Y ya cambiaron las modas...por Ferescudero

Desde los 60´s en adelante, el despliegue de los creadores de moda, o mejor dicho, modistos internacionales, ha venido haciendo círculos concéntricos cada vez más inexplicables en lo que se refiere a sus creaciones. Así es como estos círculos trazan un movimiento, aparentemente perpetuo, y repetitivo que nos deja boquiabiertos por lo paradójico: ¿Cuándo uno está “a la moda”?, ¿cuando ponemos el ojo en lo que se usa ahora o en lo que se usaba antes?
Me pasó una vez haber salido con un abrigo de gamuza y gente que me decía que estaba “ a la moda”, de lo cual dudé un rato ya que dicho abrigo era de mi madre cuando tenía la edad que yo tenía cuando me lo puse. Otra gente me dijo que probablemente estaba “a la moda” pero de otra época. Eso me pareció más razonable. Lo que pasaba en esos momentos de la moda es que cuando uno se ponía algo retro estaba “a la moda”, pero en los dos tiempos: en el pasado y también en el presente, una maravilla.
La moda me lleva a pensar que realmente no hay cosas que pasen de moda bajo esta perspectiva, si la moda es cíclica, cabe la posibilidad de que, o uno nunca esté de moda, o siempre lo esté, que es lo que me ocurrió con el abrigo de mi mamá. No olvidemos que la moda es fagocitadora de ideas antiguas, de eso se nutre para volverse vigente.
Y pensar que hay quienes miden el tiempo a través del cambio de modas: “No te veo desde que usabas los oxford”, “Y…la última vez que charlamos tenías una cresta, creo” y ejemplos como estos hay miles. Será que la gente se ha vuelto un poco más superflua o que realmente para recordar tenemos que recurrir a la moda del momento.
A partir de este razonamiento, me atrevo a decir que cada uno lleva en su psiquis la idea de lo cíclico y circular, sino por qué tantas veces cerramos nuestras aseveraciones con una pregunta que remite directamente al comienzo de la discusión. La historia es cíclica, la naturaleza toda genera ciclos: el de la vida, el del agua, las cadenas alimenticias, etc….
Luego de darle vueltas al asunto, diría algo así como “lo que fue, será (¿?)”. Parece sencillo y hasta categórico, pero a la larga nos damos cuenta de que es así, lo que pasó volverá a pasar infinitas veces. Como si en la vorágine del tiempo no existiera la posibilidad de un stop, los hechos se suceden irremediablemente, algunos parecen haber cambiado porque vivimos en cámara lenta, pero si fuera posible pasar nuestras vidas por un editor de videos a una velocidad considerable de rebobinado nos daríamos con una gran sorpresa. Ahí sí diríamos: cómo hacerle entender al ser humano que no hay que tropezar nunca con la misma piedra y que de los errores cometidos se aprende.
No podía ser de otra manera, es más fácil poner a un hámster a divertirse en una rueda que dejarlo suelto por ahí porque podría escaparse. Así es como estamos, en la gran rueda invisible, dando vueltas, descansando, dando vueltas, descansando…viviendo, en todo caso.